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Seis meses sin gobierno formado en España y lo que podría haberse considerado con todas las bases teóricas un desastre económico, en realidad termina siendo un buen semestre al alza, con un crecimiento mayor del esperado nacionalmente e incluso por instituciones internacionales, gracias sobre todo a las exportaciones y la inversión.
El crecimiento constatado entre los meses de abril y junio ha sido de un 0,8%, lo que se sitúa incluso una décima por encima de las expectativas planteadas inicialmente por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
De todos los factores que han impulsado este crecimiento, es la confianza en el país lo que más está permitiendo continuar mirando hacia delante aún sin gobierno formado y con el riesgo incluso de unas terceras elecciones.
Las exportaciones se convierten en el principal pilar del repunte económico, suponiendo un 4,3% de incremento entre los meses de abril y junio. De manera completamente relacionada, la inversión en bienes de equipo también se dispara, principalmente porque esta inversión está destinada a cubrir una mayor demanda de la exportación y, de esta forma, la rueda sigue girando a buen ritmo retroalimentándose ambos factores de manera constante.
El Banco Central Europeo (BCE) confirma esta tendencia. La marca España y la economía española en general ha demostrado a lo largo del año 2016 ser una de las más solventes de toda la Eurozona y, al mismo tiempo, ha mantenido en alza las perspectivas de crecimiento económico.
España reúne las condiciones idóneas para ello. Mientras los tipos de interés están bajos y los sueldos no suben acordes a la inflación, la inversión es necesaria para que la economía reflote. Lejos de dejar que el destino se adueñase de la desesperación, inversores privados y la privatización de servicios han propiciado tanto un repunte económico como mejores ratios de empleo.
A todo ello hay que unir la actualización no demasiado lejana del presidente del BCE, Mario Draghi, quien actuó sobre los tipos de interés en toda la zona Euro, reactivando además la compra de bonos y el trasvase de préstamos a un interés nulo.
En este momento la conclusión ha sido un aumento de la actividad exportadora y también de importación, así como mejoras competitivas en transporte, comercio y hostelería, industria y servicios en general, también favorecidos por los excelentes ratios de turismo que han sido acumulados durante todo el año 2016.
